sábado, 29 de enero de 2011

Curso de Escritura

Empieza el curso

No es lo mismo escribir un diario, que un poema. No es lo mismo escribir un blog que una novela, e incluso no es lo mismo escribir una novela de suspense que una de amor, o un blog de ciencia que uno de crítica cinematográfica. La escritura debe adaptarse al medio y al uso, pero en cualquier caso siempre existen reglas mínimas que deben cumplirse. Sintaxis, redacción, ortografía… son palabras conocidas por todos y respetadas por muy pocos, sin embargo son la base de un código de circulación a tener muy en cuenta por todo escritor. Así que todo curso de redacción deberá estar regido por estos principios y por tanto deberá contener las lecciones que expliquen estas normas.

Una vez obtenido el carnet para conducir vehículos de letras simples, empezaremos a pensar en camiones, autocares, remolques e incluso vehículos cargados con materias peligrosas. El tipo de transporte lo eliges tú, no obstante conviene tener conocimientos básicos que van desde el cohete más rápido hasta el batiscafo que soporta más presión.

El buen escritor sabe de todo un poco, pero además conoce las nuevas herramientas que pueden facilitar su trabajo o ayudarle a su divulgación.

Hasta ahora todos los cursos de escritura han estado dirigidos por maestros de una o varias asignaturas dentro del mundo de las letras, este, en cambio, va estar dirigido por un alumno que, en muchas ocasiones, ni siquiera va a poseer ninguna ventaja sobre el resto de alumnos. El profesor aprenderá al mismo ritmo que el resto de las personas que sigan el curso, por eso este curso no va a costar ni un euro. Tampoco tendrá un tiempo definido. Uno llegará a él cuando quiera y lo seguirá en los tiempos que desee marcarse, repetirá los ejercicios cuantas veces desee y se servirá de los comentarios de sus compañeros como ayuda para aprender.

El curso no seguirá una estructura directa ya que, para hacerlo más ameno, iremos saltando de un tema a otro, sin embargo, interiormente sus estructuras si estarán bien definidas. El conocimiento de estas estructuras es la única ventaja con que cuenta el alumno-tutor de este rincón. Aunque al final estas serán bien visibles para todos aquellos que hayan seguido el curso. En ese momento sólo habrá que ver todo lo que los alumnos han aprendido.

Aunque este es un curso amateur está basado en una amplia base documental entre la que se encuentran el “Taller de Escritura” SALVAT, “Curso de Redacción Paraninfo, “Libro de estilo de “El Periódico”, “Saber escribir” col. Instituto Cervantes de AGUILAR, “el Quitadudas” VOX, “Dudas y dificultades de la Lengua Española” de Larousse, “Las buenas palabras” de Julio G. Pesquera, “Desidia y otras lacras en el lenguaje de hoy” Ramón Carnicer, Teoría General de la Información, Gonzalo Abril, “Gramática y Ortografía” Larousse, “Nueva gramática de la lengua española” RAE de ESPASA, “Comunicación política” María José Canel, “Trabajos de clase para vagos” ESPASA, “Redacción Periodística” José Luís Martínez Albertos, “El arte de insultar” y “El arte de tener razón” de Arthur Schopenhauer, “Perdón imposible” José Antonio Millán, “Diccionario de Argot español” Víctor León, diccionarios “del origen de las palabras” y “de palabras afines” ESPASA, “Manuales de la lengua española” EDIMAT, “El dardo en la palabra” y “El nuevo dardo en la palabra” de Fernando Lázaro Carreter, “diccionario de sinónimos y antónimos” ESPASA, “El libro del guión” de Federico Fernández Díez y varios libros y artículos más, sin contar con la inmensa documentación que hay ubicada en distintas partes de la red de redes. Sin embargo, no es la cantidad de materia lo que hace bueno a un curso de estas características, sino su correcta selección, ya que no todo lo que hay es ni bueno ni viable pedagógicamente hablando.

El párrafo anterior ha sido inspirado por "El péndulo de Focoult" de Umberto Eco y, cuando el curso de comienzo, tendrá un sentido mayor para todos aquellos que lo sigan. Porque también analizaremos algunos trucos de los que no somos conscientes durante una lectura normal de algunas obras.

Antes de que termine de ahuyentar a los últimos interesados por esta oferta, diré e favor de ella, que es un curso que llevo seis años diseñando, justo desde el momento en que obtuve mi título de teletutor o i-profesor, como algunos le denominaron. Desde entonces, aunque no ha llovido demasiado, si que han cambiado mucho las formas en que los usuarios se mueven por Internet. Como los blog's han resultado las estructuras menos afectadas por estos cambios, es la fórmula que he elegido para su desarrollo. Los interesados podrán seguirlo en http://cursoescritura.blogspot.com

miércoles, 29 de septiembre de 2010

¿Dónde está el punto de inflexión? Yo secundo la huelga.

Desde hace bastantes años vengo poniendo en duda todas las acciones de los sindicatos y su capacidad para representar a los trabajadores. Esa era la razón principal que me hacía dudar sobre el apoyo a esta jornada de huelga. Otra de las razones era el beneficio que podía obtener de ella el partido fascista y en general todos los neoliberales (responsables reales de esta crisis). Sin embargo, me he dado cuenta de que, esta mal llamada reforma laboral (sería más correcto llamarle desastre nacional), va a acabar con el poco empleo “justo” que queda.

Siempre he insistido en afirmar que el paro es un mal endémico de nuestro país, sin embargo, las medidas de protección de empleo salvaban algunos de puestos laborales decentes de crisis en crisis. Cosa que en último término servía de ejemplo para recuperar parte de ese tipo de puestos en los momentos de bonanza (cuando las empresas se benefician sin pensar en las personas de quien se han aprovechado).

Nuestro país, es cierto, necesita abaratar el empleo, pero el bloque neoliberal (PP, CiU, PNV y alguno más) prefiere forzar el abaratamiento del despido. Si el empleo es caro y el desempleo barato… ¿cuál es la conclusión?

Por si no fuese bastante se penalizan las bajas por enfermedad convirtiéndolas en razón de despido y, al tiempo, se sube la edad de jubilación a los 67… ¿quién va a poder llegar empleado a esa edad?

No es un reforma laboral, es un pacto para que empresarios como el inmoral presidente de la Patronal española, puedan deshacerse impunemente de las personas que han generado su riqueza. Es una ley para quitar las últimas responsabilidades a los causantes de la crisis.

No hace falta ser muy listo, pues, para darse cuenta de que esta “reforma”, lejos de mejorar el problema del paro, lo va a agravar. Pero es que además también va a bajar la productividad real del país pues, en primer lugar cunde el desanimo entre los trabajadores y, además, para reducir costos, los trabajadores que ejercerán a partir de ahora no van a ser los más cualificados.

Hasta hace unos meses España, a pesar de la enorme cantidad de bajas laborales que según la patronal sufría, era el país con mayor productividad por dinero invertido en trabajadores. Cierto que era de los últimos por hora trabajada, pero es que nuestros salarios son de miseria comparados con los precios que nos rodean. También es cierto que los españoles son los empleados menos dispuestos a desplazarse para ocupar un empleo, sin embargo ya demostramos que eso, lejos de ser en realidad un problema, era una riqueza económica que evitaba una situación mucho más desastrosa.

Está claro que no se pueden tomar medidas sin tener en cuenta las características del país, pero mucho menos perjudicando a los más necesitados, quitándoles sus últimas esperanzas y apoyando a aquellos, que en último término, son los responsables de nuestros actuales problemas.

Por todo esto y mucho más, yo secundo esta jornada de huelga.

sábado, 21 de febrero de 2009

¡Me estoy mudando!


¡Me estoy mudando!

Hasta ahora tenía más blog’s de los que podía atender, por eso me estoy trasladando. Ahora dejaré dos blog’s en funcionamiento:

1. El Mago pragmático: donde dejo escapar mi vena más literaria con relatos de cosecha propia, reseñas bibliográficas y alguna que otra noticia con referencia al sector. Pero, claro, todo a mi manera.

2. Blog Experimental: es el lugar donde dejo escapar al niño que llevo dentro, también al investigador, al economista, al periodista, al ciclista, al panadero… Es el lugar donde me dejo ir y donde experimento fórmulas para mejorar en el mundo del “bloging”.

Y todo esto mientras voy despojándome de pseudónimos y otras zarandajas que no me han aportado nada.

No elimino los demás blog’s porque todos tienen su historia, pero su actividad quedará reducida a la mínima expresión (no diré cero, pero esa es la idea).

Por si no funcionan los enlaces, estas son las direcciones:

http://neokhamy.blogspot.com

http://experimentokhamy.blogspot.com

Disculpad las molestias y… gracias.

¡Hasta siempre!

jueves, 14 de agosto de 2008

Lucy in the Sky with Diamonds

El pasado 30 de Abril murió Albert Hofmann, químico suizo que inventó el Acido Lisérgico (LSD), a la nada despreciable edad de 102 años. Habida cuenta de que experimentó con los efectos de dicha droga en su organismo... no está mal... ¿No?

A él, pero sobretodo a la sociedad hippie de finales de los sesenta y comienzos de los setenta, va dedicado este relato.

Lucy in the Sky with Diamonds

--Estoy harto de esos comunistas manipuladores que están volviendo a toda la opinión pública contra mí. Si sigue aumentando la presión contra la guerra de Vietnam no podremos repetir mandato… ¿Qué podemos hacer Henry?

Kissinger se ajustó la montura de las gafas a la nariz en un gesto pensativo, pero Richard ya sabía que su asesor estrella tenía la respuesta preparada de antemano. También sabía que su amable Henry no le diría directamente que hacer, se lo dejaría intuir y darle su forma propia, tal como si fuese una idea original suya. Era el vicepresidente perfecto.

--Señor presidente, creo que usted ya sabe quiénes son los responsables de esta execrable campaña antipatriótica.

--Por supuesto… los nuevos comunistas, esas izquierdas…

Cuando la duda invadía a Nixon el propio vicepresidente le daba un empujoncito en la dirección propicia.

--Sí, las izquierdas juveniles. Ellos se esconden entre la nueva América intentando imitar sus usos para corromperla y arrastrarla.

--¡Asquerosos hippies! Tendríamos que meterlos a todos en la cárcel.

--Para encerrarlos en la cárcel deberíamos tener cargos.

--¿De qué podríamos acusarlos?

--Presidente, vivimos en la capital de la democracia y manifestarse contra el gobierno es legal y no estaría bien visto prohibirlo. Tampoco pertenecer a una tendencia “cultural” nueva y diferente. Tendríamos que ilegalizar algo que les identificara y no fuera mal vista su ilegalización por parte de la clase media que debe votarnos.

--El tabaco, el alcohol… las drogas.

Henry Kissinger se quitó las gafas, las miró al trasluz y se las volvió a poner. Con esa acción le estaba indicando a Richard Nixon que estaba en el camino adecuado. Si hubiera sido cierto juego infantil aquello hubiera sido el “caliente, caliente”. Pero el paso previo era una respuesta desconcertarte para que todo pareciera más original del propio presidente.

--La heroína ya está prohibida y no ha servido de mucho, la marihuana es demasiado genérica en toda la juventud, se debe prohibir, pero no podemos actuar con energía sobre ella o detendremos a la mitad de la población de los Estados Unidos, debemos buscar algo más esencial de la cultura hippy.

-- El LSD –dijo Nixon sorprendiéndose de su respuesta--. Los hippies siempre hablan de su introspección mística, sin duda sus lideres podrán ser llevados a prisión si se ilegaliza el LSD. Pero habrá que acelerar todo el proceso de prohibición, solo quedan dos años para las elecciones.

--Confíe en su gabinete, presidente.

La condición de nivel uno para el LSD llevó a muchos líderes antibelicistas a la cárcel y en muy poco tiempo. Ello hizo que, sorprendentemente, las manifestaciones contra la guerra de Vietnam se redujeran a la mínima expresión durante el año electoral. Este hecho y el asalto a una cierta sede demócrata de un famoso edificio, dieron la reelección a Richard Nixon.

El LSD puede ser una droga muy peligrosa, todas lo son, pero lo que llevó a su primera prohibición fue una decisión meramente política… ¿qué llevó a prohibir esta y otras drogas en el resto de países del mundo?

viernes, 4 de julio de 2008

Somos los mejores...


La imagen es un montaje sobre una fotografía extraída de http://www.marca.com/

“¡Somos los mejores! ¡Qué gran partido! ¡Cómo ha metido el pie entre el defensa y el portero para mandar la pelota dentro de la portería!”


“Y pensar que tanto mi mujer como mi hijo daban por perdido el partido… ¿Perdido?... Lo que no querían ni venir, consideraban que gastarnos casi mil euros en este viaje relámpago para ver la final era absurdo… Un despilfarro.”


“Raquel siempre pensando en el dinero y mi hijo es un derrotista. Por eso le suspenden siempre en matemáticas. Eso sin contar que es un despistao y se olvida de todo…”


--Y usted es un poquito pesado… ¿Qué va a pensar su familia?


--¿Mi familia?... ¿Raquel?... ¿Javito?... ¡Coño! Me los he dejao en el estadio.


Engracio, así se llamaba este rojigualdo ejemplar de la fauna futbolera que pululaba por las afueras del Estadio Prater minutos después de acabar la final de la Eurocopa 2008, estaba desconcertado. No sabía si debía volver a los vomitorios del campo de fútbol o dirigirse al aeropuerto donde en tres horas debería tomar el avión. Pero lo último no parecía lo más apropiado ya que Raquel tenía los billetes.


“Mierda de charter”, pensó. Precisamente cuando los vuelos regulares ya no necesitaban de aquellos insidiosos papelillos que se perdían solos, ellos cogían el único vuelo que sí los usaba.


Se dio la vuelta e intentó andar contra corriente embistiendo a toda la oleada de alegres seguidores que se derramaban por las calles desde el estadio. Era agotador y difícil, pero lo peor era que, mientras todos aquellos celebraban el evento, él, por su maldito despiste, se estaba perdiendo el momento.


Casi tres cuartos de hora le costó desandar lo que ya había recorrido en sólo diez minutos. Y todo para nada, porque nada quedaba allí cuando los autocares de las selecciones habían partido y los aficionados ya lo celebraban cada vez más alejados de allí.


¿Cómo era posible que le hubiera costado tanto llegar entre la muchedumbre a… un lugar casi vacío y sucio? Ni Javito, ni Raquel.


--¡Taxiii!


Por lo menos ya era posible coger un transporte…


--Güohin?... (O algo parecido, que yo tampoco sé alemán).


--Aaaeeerooopuueeertooo…


--Do you speack inglish?


--¿Con ese acento?... ni loco. En fin… AEROPORT


Como el taxista arrancó ya se dio por satisfecho. Orgulloso de su logro cosmopolita también olvidó su situación y empezó a contarle al taxista el partido. Este, como era lógico, no se enteraba de ni una palabra, pero estaba tan harto de oírlo que cualquiera hubiera dicho que era alemán y no austríaco. Así que la hora y media hasta la terminal aérea fue una tortura para el pobre taxista. Por cierto, a la hora de cobrar se le entendió perfectamente…


--Cinquenta sei euro.


“… A ver si sabía español después de todo… Vaya precio por la carrera.” Aunque Engracio creyó que el taxista se había cobrado algo más que el trayecto ya no se atrevió a protestar. Total, tampoco le entendería… ¿o sí?


Tenía cuarenta y pocos minutos antes de presentarse en la puerta de embarque. Y es que debía hacerse una hora antes de la hora del vuelo según la normativa. Aún así, con un pequeño rodeo que se podía decir que era para buscar a la familia pero que tenía más de su ignorancia que de su voluntad, llegó hasta la puerta de embarque sin conseguir encontrarlos. Una vez allí, cada segundo sería un elemento para su propia tortura.


“Faltan veinte minutos, esto ya está lleno de forofos y de ellos ni rastro”


Se movía nervioso por la terminal y los demás pasajeros, que celebraban la gran victoria, no dejaban de mirarle. Incluso aquella familia de Hospitalet que parecía tan simpática en el viaje de ida, ahora parecían mirarle con auténtico desprecio.


Faltaban cinco minutos y ya se había formado la cola frente al mostrador.


En breve empezaron a pasar todos los grupos por el pasillo de embarque y él seguía al final de la cola. Estaba a punto de llegarle el turno, casi veinte minutos después de la hora en que les obligaban a estar allí, cuando no pudo aguantar más y se salió de la cola con la idea de lanzarse a las calles de Viena para buscar a su familia.


--¿Dónde vas, gañán?


Sorpresa… desconcierto… alegría… frustración…


--A buscaros, que me teníais preocupado --Mientras se lo decía los abarcaba con ambos brazos y les dirigía al mostrador de embarque--. Además… ¿A dónde iba a ir sin vosotros?


--Más bien dirás a dónde íbamos a ir nosotros sin ti… después de todo tú tienes los billetes para el vuelo – Espetó Raquel.


Engracio estuvo a punto de protestar. Llegó incluso a abrir la boca y levantar la mano hasta el hombro. Pero una imagen impactó su cerebro… en el instante en que Torres marcó aquel soberbio gol, unos papeles volaron hacia arriba y adelante, papeles que el supuso las entradas, pero estas las guardaba su hijo Javito como recuerdo… así que tenían que ser los billetes.


--¿Sus tarjetas de embarque? ¡Por favor!


Engracio sufrió un repentino ataque y dicen que, mientras lo llevaban al hospital en una ambulancia, no paraba de gritar: ¡Goooooool!


viernes, 8 de febrero de 2008

Tarde de Toros


Don Severiano nos había pasado dos entradas de sombra para ver el mano a mano de Dominguín y Manolete y, aunque a mi hijo Ramiro no le gustaban los toros, pensé que de ésta seguro que lo aficionaba como me aficionó a mí mi padre. Desconocía la ganadería de los astados, pero dada la calidad del duelo a dirimir en la arena, estaba seguro de que no defraudarían.
Ramiro se resistió a venir a la plaza, decía no se qué de unos deberes, pero yo le dije que once años no son para ir con tantas obligaciones y que había que disfrutar. También insistió que tenía un partido de futbol y en que no quería ir y cuando ya dijo que los toros eran muy violentos… le solté un tortazo. No sé porqué lo hice, pero es que algo se me rompió dentro ¡Ojalá Dios me hubiera cortado la mano!
Me lo llevé por la fuerza y todo el camino llorando. Al llegar al quiosco del tío Fresneda le compré un “papelote” de esos del guerrero del antifaz, pero, aunque dejó de llorar, aún me miraba con los ojos húmedos suplicando que le dejara volver a casa.
Llegamos justos y no quedaban almohadillas. También regañé por eso a Ramiro. Pero no había tiempo que perder y nos sentamos en la cuarta bancada de sombra. Salieron la cuadrillas, hicieron la presentaciones y bien pronto estaba Dominguín presto a que el toque del clarín marcara la apertura del portón que ocultaba a su rival vacuno.
Y salió la fiera de nombre “Estirao”. Berrendo en negro, astifino y yo diría que algo bizco. Su cuerpo, más claro de lo acostumbrado, dejaba adivinar músculos portentosos. Las extremidades eran largas y las traseras especialmente fuertes. El bicho se paró al poco de salir y en lugar de embestir, levanto el cuello más de lo que nunca había visto levantarlo a otro toro, sin duda, de ahí venía el nombre de “Estirao”. El torero le tentó y la res parecía mansa, así que se acercó hasta casi tocarla y entonces ocurrió todo… y después nada.
Estirao se apartó del capote y se alejó del de él. Tomó carrerilla hacia el burladero que había más próximo a nosotros. El bicho parecía un tren sin control a punto de embestir las maderas, pero en el último instante levantó la cabeza como ningún otro toro podía hacer y le siguió todo el cuerpo. La plaza enmudeció mientras la musculosa bala sobrevolaba la barrera, traspasaba el callejón y se plantaba en las gradas. La sorprendida multitud empezó a huir despavorida, pero el bicho enganchó a un pobre tullido lanzándolo por los aires. Al tullido y a sus muletas, una de las cuales abrió de mala manera la cabeza de mi pobre hijo Ramiro.
¡Qué desgracia! ¡Qué mala estampa la mía!
¿Por qué dejarán que los tullidos vayan a las corridas?

viernes, 4 de enero de 2008

La Pesca


Y la noche, aún mestiza de las últimas sangres del día, viene a bañarse en las ahora grises aguas del mar. Alguien las llamó cobaltos por su llameante azul, pero en estos instantes de luz que agoniza, se hacen espesas como el mercurio y sólo tienen el color de las horas perdidas por un pescador que olvidó poner cebo a su anzuelo.
Su padre le dijo que la suerte era de los audaces, pero la valentía no es capaz de traspasar las puertas del ridículo cuando escucha, tras el malecón, dos niñas, apenas dos años más jóvenes que él, que se ríen de su despiste sin darle una oportunidad de demostrar su valía. Él es guapo y es grande, pero ellas son dos y sólo el sonrojo responde a su burla, no hay sitio para amores adolescentes.
El sedal se estira, pero escucha las risitas a su espalda y se gira con un “¿qué pasa?” despectivo. Y ellas, riendo, le explican su torpeza. Sin cebo no hay cena.
Recoge el arte encogido de hombros, avergonzado, pero... este ofrece demasiada resistencia.
“¡Vaya! Perderé otro anzuelo enrocado en estas aguas sin peces”. Piensa con desánimo. Pero el sedal, con esfuerzo, regresa poco a poco, y disimula porque aún será mayor la guasa si amanece con una bota enganchada en el anzuelo. Intenta esconder la tirantez, pero las mozas se percatan, saben demasiado y tienen muchas ganas de juerga.
Recoge el final y algo rojizo lucha en el agua que, cuando rompe la suavidad de la superficie con su chapoteo, se convierte en una hermosa langosta, enredada con los últimos palmos de sedal que quedan detrás del plomo.
Las risas ya no son de burla. Un anzuelo sin cebo ha pescado tres hermosas presas. Una le alimentará esa noche, las otras se quedan suspirando a la orilla del mar. Son muy jóvenes todavía… debe dejarlas crecer.